jueves, 11 de diciembre de 2008

La realidad supera a la ficción

Sé que esto no tiene mucho de gracioso, pero quería hacer un pequeño homenaje a un hombre de vida anónima al que le tocó vivir algo bastante jodido (bueno, a lo mejor para el no, por aquello de que la ignorancia es la felicidad). Leedlo a ver a que peli os recuerda.

Después de todo este tiempo, descubrimos su nombre completo y su aspecto de oficinista bonachón. El paciente H.M., como se le denominó para preservar su identidad, pasó los últimos 50 años de su vida recluido en un centro médico de Connecticut, donde decenas de especialistas acudían esporádicamente a conocer su caso. El paciente H.M perdió su hipocampo cuando tenía 20 años, después de una operación que debía curarle la epilepsia y que le dejó sin memoria a corto plazo. Después de aquello, como dice la nota de The New York Times, “apenas podía retener sus recuerdos en la cabeza durante más de 20 segundos”. A veces, cuando uno de los doctores salía de su habitación y volvía al cabo de un rato, el paciente comenzaba la conversación como si nada hubiera ocurrido.

Se llamaba Henry Gustav Molaison y murió el martes a las 5 de la madrugada en su habitación por un fallo respiratorio. Tenía 82 años. Esa misma noche, los médicos pasaron horas escaneando su cerebro.


By Sun

3 comentarios:

Oscar Sánchez dijo...

hijos de puta ni un descanso digno le dieron al pobre, estarían deseando que la palmara.

"Recuerda a Samy Jenkyns"

Rob-R-To dijo...

Lo bueno es que el hombre no murio atormento por los malos recuerdos o las malas noticias de última hora. Si señor,la ignorancia es la felicidad; que cierto es. Y en España somos seguramente los más "felices" de la UE.

SUERTE.

Diego dijo...

Eso de "felices" no lo se, pero tontos y gilipollas un rato