Esta entrada es para hablaros de un personaje curioso. Todos aquellos que hayais sufrido como alumnos de la salle recordareis sin duda la existencia de un hombrecico chiquico y arrugao que solía recorrer el patio del colegio recogiendo los trozos de bocadillos que los niños tiraban por los suelos y guardándolos en una bolsa de plástico. El hombrecillo explicaba a los niños que eran para unos perros que tenía.
El otro día no se porqué este hombre volvió a mi memoria y pensé en hacer un pequeño homenaje (seguramente estará ya criando malvas o cosas peores).
Mientras recogía los panes los niños le cantaban con sorna pero sin maldad una cancioncilla graciosa que decía así:
Entonces, que éramos enanos, la canción nos parecía graciosa y un alarde de ingenio, pero ahora, bien vista, parece una puta mierda.
Fin de la anécdota.
By Sun
El otro día no se porqué este hombre volvió a mi memoria y pensé en hacer un pequeño homenaje (seguramente estará ya criando malvas o cosas peores).
Mientras recogía los panes los niños le cantaban con sorna pero sin maldad una cancioncilla graciosa que decía así:
"Domingo Recogepanes
por las mañanas y por las tardes"
Entonces, que éramos enanos, la canción nos parecía graciosa y un alarde de ingenio, pero ahora, bien vista, parece una puta mierda.
Fin de la anécdota.
By Sun
1 comentario:
Son cosas de niños. Aunque ahora es facil imaginar que tal vez esos trozos de bocadillos no fueran sólo para sus animales; y es que la necesidad hace que la gente haga cosas que a priori no sirven de gusto. QUE NO NOS TOQUE.
SUERTE
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