Érase una vez un hombre que tenía un mono en el sobaco. Por suerte no era un gorila, si no un mono titi. Cuando nació, el médico dijo: "Señora, es un niño. Un niño y un mono". La madre se alegró mucho, porque los monos le parecían muy graciosos. El padre no se dio cuenta hasta que no fueron las visitas a su casa a ver al niño. Le dijeron: "anda qué mono", y él dijo: "a que es guapo mi niño?", y las visitas contestaron:"hombre, muy guapo no es, pero mira qué mono tiene en la sobaca".
En el colegio era muy popular, porque no todo el mundo podía llevar monos a clase. El problema llegaba cuando la profesora preguntaba algo. El niño levantaba la mano para responder y el mono chillaba. Entonces la profesora iba a echarle la bronca al niño y el mono le tiraba mierdas. Realmente eran situaciones muy embarazosas.
Cuando creció y fue a la universidad conoció a una chica y se enamoró de ella. Ella también se enamoró, pero al final acabó rompiendo la relación porque no le gustaba que el mono se pusiera a despiojarla cuando estaban haciendo el amor.
Un día el hombre del mono en el sobaco decidió acabar con su vida, y así lo hizo. Entonces el mono fue al médico a que le extirparan el hombre muerto que tenía en la pata. Después, se presentó a un casting para la serie "Friends", y se hizo famoso, pero al final la vida disipada y las drogas lo hundieron en la miseria. En la actualidad sobrevive como soldado de fortuna.
By: elSabe
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Es una historia muy triste que cada vez se oye más: Monos simbiontes que comparten axilas con los humanos. Lo peor en este caso es cuando el humano, sólo por no hacerse cargo del mono, se quita la vida (siempre vamos a lo facil); ¿y que será de los pobres primates?. A este pobrecito, si no le contratan para echar del pueblo a los típicos moteros gamberros puede que acabe durmiendo en cajeros automáticos.
Si le veis no dudeis en contratarle.
SUERTE.
Publicar un comentario