Romance imposible

Érase una vez una manzana. Era una manzana reineta, de esas chiquicas y regordetas. Llevaba poco tiempo en el mundo, y para colmo se había caído del árbol, por lo que estaba magullada. "Ya que estoy por aquí, voy a ver mundo", pensó la manzana, y rodando, rodando, se fue en busca de aventuras.
Tras dos días rodando, estaba bastante cansada, asi que decidió descansar en la cuneta de una carretera. De repente vio algo en la otra cuneta, y una flecha lanzada por el travieso cupido le atravesó el corazón (aunque creo que al ser una manzana, en vez de Cupido debería ser Guillermo Tell, pero bueno, como yo no soy nadie pa meterme en la vida de los demás, pues fue el puto ángel maricón ese). En la otra cuneta había una pera preciosa saludándola. Era la pera más bonita que había visto nunca, e inmediatamente se enamoró de ella, asi que decidió atravesar la carretera para ir en pos del amor de su vida.
Pero el mundo es un lugar cruel, una jungla donde sólo sobreviven los más fuertes o los que se vacunan, de manera que cuando nuestra amiga estaba en mitad de la carretera, pasó un camión de 14 ejes y la aplastó.
Qué cruel broma del destino, pensaréis. Pues no, amigos. Yo creo que en el fondo el camionero vio a nuestra pobre amiga, pero no le quedó más remedio que actuar. Pero por qué? os preguntaréis. Pues muy sencillo, os recuerdo lo que dijo una vez esa "mujer" tan "querida" por todos nosotros, la mujer del bigotes, osea, Ana Botella:

"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta."

Tócate los cojones.

By: elSabe