domingo, 19 de octubre de 2008

El hombre que tenía piernas pero no culo. Capítulo 2.

Todos recordareis el increible relato del hombre al que le robaron el culo ¿no? Pues bien, hoy estoy aquí para contaros como siguió su aventura.
Aquel hombre, que se llamaba Escoplo tirao por las rochas, Escoplo pa los amigos, decidió dedicar todas sus energías a recuperar su ano. En esta decisión jugaron un papel importante algunos hechos que le hacían sentirse muy triste, por ejemplo cuando le mandaban a tomar por culo y no podía ir, o cuando, después de comer, en la sobremesa, alguien sacaba el tema de las almorranas en plan: -Pos el café no te creas que va muy bien pa las almorranas ¿eh? Me lo ha dicho tu mujer.
-Hablando de mujeres, ¿Has visto las almorranas que tiene la tuya?
En esos momentos se sentía desplazado de la conversación, por que no podía hablar a no ser que dijese algo como: Pues yo antes tenía muchas, pero como me robaron el culo en el metro ya no tengo ninguna.
El primer paso para recuperar su Ohio fue colocar carteles por su barrio con fotos del desaparecido y anunciando una gran recompensa para quien pudiera darle una pista. Así fue como, a los dos días recibió una llamada, pero no pudo entender nada por que el que le llamaba era un gallo. Pero Escoplo tirao por las rochas ató cabos, y decidió ir a las peleas ilegales de gallos que se celebraban en el ayuntamiento de su ciudad, donde cada noche el alcalde se enfrentaba a gallos de pelea, funcionarios medio locos y búfalos atragantaos.
Escplo tirao por las rochas se apuntó a las apuestas, y siguiendo una intuición se jugó todo lo que llevaba encima (120.000 uros y una servilleta mal plegada) a que el alcalde moría de infarto, y mira por donde, perdió.
Así que esa noche volvió a casa sin dinero y sin pistas sobre su culo, y encima tuvo que volver andando porque no podía montar en bici.
¿Y que tiene que ver esto con sus esfuerzos por encontrar su culo? Seguramente nada, pero es que no sabía como terminar el relato.


By Sun.

No hay comentarios: